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Cuento melancólico situado en el pueblo imaginado de Ballybeg. Molly, ciega desde su primera infancia ha construido una vida plena en la oscuridad. Ahora el “regalo de la vista” es posible. En contra de lo que le dice su instinto se le apremia a aprovechar la ocasión, pero ver no es conocer.
La obra del famoso neurólogo y escritor Oliver Sacks “Un antropólogo sobre Marte”, sirve de inspiración a Brian Friel para este texto. Un ciego de nacimiento que llega a ver tiene que pensar de modo diferente a como lo hacía antes. Debe aprender, como un bebé, a ver cada cosa nueva, inseguro de lo que significa lo que ve.
La pregunta central que plantea Friel es sobre la cualidad de la vida: ¿Estaba Molly mejor en la oscuridad que comprendía o en la oscuridad en la que se sumergió cuando constantemente luchaba por construir el sentido de lo que veía?
Frank, el marido, está convencido que si hay una posibilidad de que su mujer recupere la vista, merece la pena intentarlo, pues no hay nada que perder. El Dr. Rice, que fue un prestigioso cirujano de la vista, pero que ha perdido la confianza en su propia capacidad, lo puede conseguir. La historia se despliega desde varias perspectivas y Molly Sweeney recupera parcialmente la vista, pero cae en cierto tipo de locura. Al perder su condición de ciega, pierde el sentido de sí misma. Desde esa mirada la obra aborda un tema muy presente en otras obras de Friel. La íntima complejidad de la identidad individual. No es el mundo lo que uno percibe o construye, sino el propio mundo. Como en la obra de Synge “The well of the Saint” en la que dos mendigos ciegos pierden la ilusión de su propia belleza al conseguir la visión por lo que deciden regresar a su antiguo estado de ciegos. Pero en esta obra, Friel utiliza los personajes de Frank y Rice para una reflexión filosófica y científica de la situación de Molly.
Friel busca en la estructura una renovación que va mas allá de lo tópicamente teatral (es una sorpresa para el espectador) y escribe un texto lleno de éxtasis poético, lleno de una música que se escucha por el ascenso y caída de las emociones. No solamente aborda un tema comprometido y atrayente sino que también ofrece una delicia para los sentidos.
Cuento melancólico situado en el pueblo imaginado de Ballybeg. Molly, ciega desde su primera infancia, ha construido una vida plena en la oscuridad. Ahora el “regalo de la vista” es posible. En contra de lo que le dice su instinto se le apremia a aprovechar la, ocasión, pero ver no es conocer.
La obra del famoso neurólogo y escritor Oliver Sacks “Un antropólogo sobre Marte”, sirve de inspiración a Brian Friel para este texto. Un ciego de nacimiento que llega a ver tiene que pensar de modo diferente a como lo hacía antes. Debe aprender, como un bebé, a ver cada cosa nueva, inseguro de lo que significa lo que ve.
La pregunta central que plantea Friel es sobre la cualidad de la vida: ¿estaba Molly mejor en la oscuridad que comprendía o en la oscuridad en la que se sumergió cuando constantemente luchaba por construir el sentido de lo que veía?
Frank, el marido, está convencido que si hay una posibilidad de que su mujer recupere la vista, merece la pena intentarlo, pues no hay nada que perder. El Dr. Rice, que fue un prestigioso cirujano de la vista, pero que ha perdido la confianza en su propia capacidad, lo puede conseguir. La historia se despliega desde varias perspectivas y Molly Sweeney recupera parcialmente la vista, pero cae en cierto tipo de locura. Al perder su condición de ciega, pierde el sentido de sí misma. Desde esa mirada la obra aborda un tema muy presente en otras obras de Friel. La íntima complejidad de la identidad individual. No es el mundo lo que uno percibe o construye, sino el propio mundo. Como en la obra de Synge “The well of the Saint” en la que dos mendigos ciegos pierden la ilusión de su propia belleza al conseguir la visión por lo que deciden regresar a su antiguo estado de ciegos. Pero en esta obra, Friel utiliza los personajes de Frank y Rice para una reflexión filosófica y científica de la situación de Molly.
Como suele hacer, Friel busca en la estructura una renovación que va mas allá de lo tópicamente teatral (es una sorpresa para el espectador) y escribe un texto lleno de éxtasis poético, lleno de una música que se escucha por el ascenso y caída de las emociones. No solamente aborda un tema comprometido y atrayente sino que también ofrece una delicia para los sentidos.
Reparto |
María Pastor,Raúl Fernández y José Maya |
|
---|---|---|
Espacio Escénico |
Juan Pastor |
|
Diseño de iluminación |
Sofía Pérez Arrabal y Pablo Jaenicke |
|
Vestuario |
Teresa Valentín-Gamazo |
|
Prensa |
Manuel Benito |
|
Diseño gráfico |
Ldt |
|
Fotografía |
David Benito, y Manuel Martínez |
|
Dirección |
Juan Pastor |
Reparto |
María Pastor,Raúl Fernández y José Maya |
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Espacio Escénico |
Juan Pastor |
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Diseño de iluminación |
Sofía Pérez Arrabal y Pablo Jaenicke |
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Vestuario |
Teresa Valentín-Gamazo |
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Prensa |
Manuel Benito |
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Diseño gráfico |
Ldt |
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Fotografía |
David Benito, y Manuel Martínez |
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Dirección |
Juan Pastor |